Sexenio tras sexenio los presidentes de la República intentan inventarse un México nuevo, para desgracia nuestra hasta hoy solo han buscado crear un lugar donde solo quepan sus ideas, sus abusos o, por lo menos, que se vea de diferente color y diferente lema respecto al que se ha ido para imponer un sello personal a la administración pública, como si el dinero fuera de ellos y no del pueblo.

El ejectuvito en turno no ha perdido la menor oportunidad de destruir, de cambiar personal por otro que le haya ayudado en la campaña y de inventar programas que les sirvan para manejar presupuestos a placer, destinados a quienes les ayudaron a ganar o a quienes les puedan significar votos.

La situación del pueblo de México confirma que inventarse un país cada seis años no ha servido de mucho, es más, ha tenido costos muy elevados en lo que respecta a corrupción, pobreza, inflación, desarrollo económico, salud, educación y, por supuesto, en materia de seguridad pública.

El problema es que se ha cambiado por pura vanidad o con la pura idea de aprovechar en forma personal los presupuestos, hasta hoy, nada de fondo, todo de forma y por ello es que el camino que hemos llevado los del pueblo no ha cambiado.

Sirva el preámbulo para decirles que Andrés Manuel López Obrador parece que tiene prisa en transformar o reinventar este México lindo y querido y  ya se habla, de entrada, en que tiene preparadas 13 iniciativas para los próximos Diputados federales y Senadores de sus partidos.

Así, según una reunión que sostuvo con sus legisladores electos, trascendió que la Agenda Legislativa del siguiente Congreso será: Reducción de sueldos de altos funcionarios y eliminación de privilegios. Creación de la Secretaria de Seguridad Pública. Eliminación del Fuero a todo nivel. Reforma para tipificar como Delito Grave la corrupción de Servidores Públicos, Robo de Combustible y el Fraude Electoral. Trabajar en la Ley de Ingresos y Egresos. Hacer una Reforma para el Estado Mayor se agregué a la Secretaria de la Defensa Nacional. La Revisión del Decreto de la Privatización del Agua.  Modificación/revocación de las leyes de la Educación Pública. Garantizar que la Educación sea Gratuita a todos los niveles. Preparar la Ley para la Consulta de Revocación del Mandato del Presidente de la República en 3 años.  Ajustar leyes y reglamentos que permitan organizar el marco jurídico para la eliminación de la burocracia excesiva. Reagrupación de trabajadores al servicio del estado. Eliminación de las Delegaciones Federales y vinculación. Creación de las Coordinaciones Estatales Federales siempre respetando a los trabajadores de base y sindicalizados.

A la par de esas y otras dos propuestas se ha difundido por todas las vías posibles la propuesta de llevar las Secretarias y principales direcciones a diferentes Estados con el presunto afán de que sean más útiles.

Salvo el tema del fuero, que para mí no debería eliminarse ya que representa la pluralidad en los congresos y la libertad de acción de alcaldes y demás funcionarios, lo demás es pasable aunque algunos puntos se vean románticos más que factibles.

Lo del fuero, por ejemplo, solo son payasadas y caer en populismo y es probable que lleve inyectada mucha perversidad, una acción de esas equivale a reducir la oposición, la posibilidad de que se fomente el autoritarismo más en un país donde el Presidente tendrá todo el poder y el Congreso a la mano, donde prácticamente será imposible que alguien levante la mano en su contra pero si podrá callar voces discordantes con su música.

Tampoco se ve factible la idea de cambiar de sede a las Secretarias de Estado, costaría mucho dinero y se afectarían muchos intereses de trabajadores, menos funcionaría eliminar las delegaciones para nombrar a un  solo representante del gobierno federal en cada Entidad, sería lo mismo que poner un vicegobernador y quien pueda poner piedras en el zapato de los gobiernos locales.

Qué debemos tener fe, sí, claro que sí, no son tiempos de ir matando la esperanza pero ojalá los legisladores antes de ir a votar todas esas propuestas de enmiendas salgan a las calles a hacer campaña y a preguntarle a la gente que quieren al respecto.

Digo, si se pretende reinventar el país, si se quiere que funcione la cuarta gran transformación de México lo ideal es que lo platiquemos todos porque, de lo contrario, las propuestas empezaran a encontrar mucha oposición y toda la idea de cambio podía terminar en nada, si, con cambios en las leyes y en los papeles porque ahí nadie los puede frenar pero sin que se reflejen en los hechos, como si solo se tratará de crear el México que todos anhelamos en los papeles pero no en la realidad, como si solo se tratara de un acto de pura vanidad y no la real intención de transformarnos para que nos vaya bien a todos.

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