Cd. Victoria, Tamaulipas.- Como en la fábula del león que se quedó con todas las piezas de cacería -después de matar al burro y amenazar con lo mismo a la zorra-, el agandalle es del partido Morena.

En la postulación de candidatos a las presidencias municipales, los socios del Movimiento de Regeneración Nacional son mirones de piedra.

El grupo de López Obrador se adjudicó para sí la designación de 21 candidatos y le concedió diez y diez a los socios del PT y MC, arrogándose la facultad de dar la última palabra en los 41 ayuntamientos.

Mirones de palo los gerentes del Partido del Trabajo, Arcenio Ortega Lozano y Alejandro Ceniceros Martínez; también Rigoberto Rodríguez Rangel y el mando detrás del trono, Enoc Pineda Morín, el pillo de siete suelas.

La Coalición "Juntos Haremos Historia", versión Tamaulipas, tiene su sede en la ciudad de México. Es allá donde se toman las decisiones y hacen el reparto del botín.

Bueno, a no ser, querido lector, que usted conozca un municipio llamado Othón P. Blanco con jurisdicción en tierras cuerudas.

El convenio (leonino) que depositaron en el IETAM dice textual: "Las partes acuerdan señalar como domicilio para efectos de este convenio el

ubicado en Avenida Efraín Aguilar, número 260, entre Independencia y Madero,

C.P. 77000, colonia centro Chetumal, municipio de Othón P. Blanco, Tamaulipas".

Para aplicar la lana, incluso gastos ordinarios de las campañas, las decisiones las tomará un llamado Consejo de Administración -manejado a control remoto desde la Ciudad de los Palacios-, en que los acuerdos se tomarán con el siguiente valor de votación, de los tres representantes: Morena vale 60 por ciento; Pt 20 y Pes otro 20 por ciento.

Aunque los satélites se unieran, nunca podrían reunir mayoría de votos. El pastel, completito, es de los morenos y Don Peje.

Lo vemos también en la coordinadora nacional de mando. El voto morenista vale 50 por ciento y respectivamente un 25 cada uno.

Usted se preguntará ¿y en caso de empate? Bueno, El voto de calidad lo tiene el candidato  a  la Presidencia, en este caso Don Manuel. Así de fácil.

El gran problema para quienes de facto ya son candidatos, será que las autorizaciones para hacer algún depósito, transferencia o pago, se tomarán a nivel central y no en Tamaulipas.

Claro que habrá buen dinero. Los partidos satélites se comprometieron a aportar el ciento por ciento del financiamiento que les otorgue el Gobierno del Estado para campañas. Irá a una cuenta central y allá repartirán el pastel.

Hay que recordar que, si bien el Partido del Trabajo perdió el subsidio oficial para actividades ordinarias, no así las de campaña.

Los tiempos de radio también llegarán al ciento por ciento para que los maneje a su antojo Morena.

Al final de la campaña, en caso de que quede por ahí algo de dinero (que no vieron) o bienes en especie, el botín se lo repartirán entre los tres.

En el papel, el PT postuló candidatos en Cruillas, Hidalgo, Llera, Mainero, Padilla, Palmillas, Río Bravo, San Carlos, San Nicolás y Villagrán. En la práctica fue Morena y su comisión nacional.

Afirman que no dejarán deudas. Pagarán sus compromisos.

Si alguien quiere romper el pacto podrá hacerlo. Están autorizados a tirar el harpa a mitad del río, siempre y cuando no molesten al dúo que quiera continuar.

El PAN aplicó menos rudeza para con los socios minoritarios.

Las decisiones del pago de lana se tomarán en Tamaulipas. A los asociados no se les arrebatará el costal de los billetes. El propio Acción Nacional aportará el 75 por ciento del subsidio que recibe; un 50 el PRD y entre el 25 y 50 el Movimiento Ciudadano.

Los perredistas presentaron candidatos a 14 regidurías en diez municipios. Otro tanto el MC pero en once localidades.

Al final, si algo queda, se lo repartirán proporcionalmente según la aprobación inicial que realizaron, lo cual suena bien a diferencia del convenio pejista.

Decíamos, los panistas tienen más táctica y mano izquierda para manejar estas situaciones. Exigieron a sus coaligados solo el 50 por ciento de los tiempos de televisión.

Eso sí, en todos los mensajes debe incluir que se trata de la Coalición Por Tamaulipas al Frente.

Como buen patriarca, el partido dominante no debe abusar de su fuerza para aplastar al más débil. Ello habla bien de "Kiko" Elizondo Salazar, el presidente estatal.

Mientras que el convenio de Morena-prd-pes dice que la lana deberá ser depositada a la cuenta inmediatamente después que se las entregue el IETAM, el del PAN no da fechas.

Como que hay desesperación entre los pejistas por el billete.

Por igual, el compromiso en torno a Acción Nacional es que, si alguien quiere dejar el barco, puede hacerlo con libertad sin tratar de desarticular el triángulo completo.

Las coaliciones y partidos seguían con problemas para reunir los requisitos que exige el IETAM, como ese de que los candidatos todos deben contar con RFC de Hacienda. Lo están logrando. El último día para solventar es este jueves. Las resolución final se tomará el 20 de abril.

Y si hablamos de candidatos -ya candidatos- a las senadurías, de El Mante se dejó venir Jorge Joel de la Rosa Ramírez, para impugnar ante el TRIELTAM la designación de Américo Villarreal Anaya como candidato de la propia coalición morenista.

De la Rosa fue precandidato al Senado de la República y protesta porque hubo desaseo y prácticamente "dedazo" en la nominación de las fórmulas, Américo y María Guadalupe Covarrubias Cervantes.

Y cierto que así fue. No se equivoca. Las nominaciones llegaron de la gran capital sin darle oportunidad a la inmensa mayoría de los aspirantes -senadores, diputados y alcaldes- de que se valoraran oportunidades de triunfo y popularidad. Es más, hay la sospecha de que ni encuestas se realizaron, como era el compromiso. Américo está en la cuerda floja.

El Congreso del Estado registró labor ese miércoles. Se hicieron adiciones en materia de derechos humanos a la vieja Ley de Imprenta que data del 25 de septiembre de 1925, que fue una iniciativa del Gobernador Emilio Portes Gil.

Todo periódico o medio impreso está obligado a llevar el nombre de un autor o responsable. Si no se cumple, la autoridad podrá impedir la circulación (lógico, no puede haber anónimos).

Para el mismo tema se reformaron el Código Municipal y la Ley de Planeación.