CRONOLOGÍA
POR: CARLOS ÁLVAREZ
Fenómenos Naturales, cada vez más impactantes.
Día tras día los seres humanos somos cada vez más vulnerables a los diversos fenómenos naturales debido al drástico cambio climático que se está registrando en todo el planeta, lo que aumenta la frecuencia y la intensidad de eventos extremos como huracanes, inundaciones, tormentas de nieve y sequías que están causando graves daños económicos y afectación a la humanidad.
El calentamiento global está aumentando debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que calienta los océanos y la atmósfera, intensifica las tormentas, huracanes y provoca olas de calor extremas, sequías e inundaciones devastadoras en lugares como México y otras partes del mundo. Este calentamiento se produce por la actividad humana, principalmente por la quema de combustibles fósiles y la deforestación.
La situación ya está provocando efectos devastadores, incluyendo el aumento del nivel del mar, incendios forestales y la amenaza a la seguridad alimentaria y el acceso al agua.
La basura y contaminación también deterioran el suelo, disminuyendo aún más su capacidad de infiltración y aumentando la escorrentía superficial, lo que provoca que el agua se acumule y genere daños en localidades y regiones.
Asimismo, la urbanización desmedida y la deforestación disminuyen la capacidad del suelo para absorber agua, lo que facilita las inundaciones.
Recientemente, las intensas lluvias dejaron daños severos y afectaciones en diversos estados, como personas fallecidas, desbordamiento de ríos con comunidades inundadas e incomunicadas, deslaves, derrumbes en caminos, daños en miles de viviendas, carreteras y puentes colapsados, entre otras afectaciones.
Según un informe de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), Veracruz, Puebla, San Luis Potosí, Hidalgo y Querétaro fueron las entidades con mayores daños por las lluvias recientes, registrando 540 mm, 487 mm, 298 mm, 245 mm y 232 mm de lluvia acumulada, respectivamente. Estos datos reflejan las precipitaciones extraordinarias que afectaron a estos estados.
Hoy solo queda el análisis, la evaluación, el censo de daños y la reflexión para las diversas autoridades que tienen la encomienda de prevenir, resguardar, proteger y salvaguardar la integridad física y el patrimonio de la población ante cualquier contingencia.
Los eventos naturales que ocurren en la atmósfera actualmente representan un gran riesgo para la población, ya que se están volviendo más frecuentes e intensos debido al cambio climático.
El planeta registra olas de calor que están provocando temperaturas récord como las que se presentaron en 2024, con una temperatura promedio global que superó los 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales.
El país requiere de la intervención conjunta de múltiples sectores (público, social, privado) y niveles de gobierno para lograr un desarrollo territorial coherente, así como de la modificación de las leyes en materia de construcción, protección civil y ordenamiento territorial que deben estar sujetas a los tiempos y al grado de impacto de los fenómenos climatológicos actuales.
Se requiere de estrategias y acciones oportunas y eficientes para actuar a tiempo en una contingencia y de manera anticipada, a través de alertas oportunas (vía celular mediante avisos en redes sociales, así como en radio y televisión), la evacuación de habitantes de las comunidades que se encuentran en riesgo alto de afectaciones, suspender en su caso la actividad turística.
La urbanización está reemplazando al suelo natural con superficies como asfalto y concreto, impidiendo que el agua de lluvia se infiltre en el subsuelo, lo que provoca mayores volúmenes de agua y caudales que superan la capacidad de los sistemas de drenaje, aumentando así el riesgo de inundaciones.
Los contaminantes son otros factores que dañan la estructura del suelo, reduciendo su capacidad para absorber agua. Además, la basura y los escombros pueden obstruir los sistemas de drenaje natural y artificial, ocasionando inundaciones.
Los reglamentos deben de cumplirse y estar mejor adecuados para actuar en la ocurrencia de próximos fenómenos de la naturaleza, lo que representa, sin duda, una problemática que también es de tipo económico y social.
En años pasados muchas constructoras no consideraron estudios de mecánica de suelo y de factibilidad por lo que hoy bastantes colonias y fraccionamientos no cumplen con lo establecido en las leyes y reglamentos de construcción de sus localidades y en temporada de lluvias se inundan fácilmente.
La falta de preparación y conocimiento en la protección civil por parte de algunos servidores públicos es otro problema grave que puede aumentar los riesgos durante una emergencia, ya que su ineficiencia en la elaboración de planes y atención de emergencias pone en peligro a la población en lugar de protegerla.
Está claro que las políticas públicas deben estar más enfocadas a la prevención que a la predicción, es importante aplicar mecanismos y estrategias acordes a los tiempos actuales para garantizar, salvaguardar el patrimonio y las vidas de la población.
Sería prudente que las autoridades de los tres órdenes de gobierno revisen los perfiles de puestos de aquellas personas que presiden las labores de protección civil y la experiencia laboral y académica como cursos, diplomados, certificaciones y carrera técnica o profesional para ver si cumplen con los requisitos en la materia, porque la vida de la población y el patrimonio está en juego, no se puede tener gente incompetente presidiendo estas encomiendas importantes para la sociedad.
La incompetencia en la elaboración de planes de contingencia y protocolos de emergencia agrava la vulnerabilidad de la población ante desastres naturales o provocados por actividades humanas.
La falta de preparación y respuesta adecuada expone a la población a mayores riesgos durante un desastre. Es fundamental una experiencia significativa en la coordinación de operaciones de emergencia, servicios de rescate y gestión de desastres.
Así las cosas.
¿Y usted, qué opina...?
Nos vemos en la próxima…