La Comuna Tampico y los Azcárraga José Ángel Solorio Martínez

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Tampico y los Azcárraga

José Ángel Solorio Martínez


Los comicios electorales en Tamaulipas, ya tienen un perdedor absoluto independientemente de lo que pase el 2 de junio: Francisco García Cabeza de Vaca; y varios ganadores rotundos: la IV T, Chucho Nader, Adrián Oseguera y el Truco Verástegui.
De los devorados por el proceso electoral, el más significativo es el ex gobernador reynosense. Apostó todo al fuero que le otorgaría el escaño congresal, y perdió; removió todo lo humanamente posible para evitar que le retiraran sus derechos políticos por ser prófugo de la Justicia y no pudo.
Sin la protección de la inmunidad de la diputación que sentía en la bolsa, CdeV, es poca cosa en el escenario regional. Mucho tiempo, –dos años– estuvo al mando de un grupo opositor vigoroso en la entidad-. De hecho, la parálisis que vivió la IV T en la región fue producto de las maniobras del ex Ejecutivo estatal.
Si duda: se achica su presencia y su vigor como actor político.
Hasta en su tierra –Reynosa– ha sido removido del circuito de la autoridad por la camaleónica carrera política de los Makyiavélicos.
La inminente derrota del Cachorro Cantú, significará uno de los retrocesos más marcados del ex gobernador. Ahora ya no aspira a lograr diputados en su ciudad sede; ahora trata, de ¡ubicar regidores en el Ayuntamiento!
¿Se nota, o no se nota, el desplome del poder del cabecismo en Reynosa?
¿Se acabaron, o no, los tiempos gloriosos en que su capacidad de definición llevaba a sus aliados al Senado, al Congreso o al frente de las alcaldías?
Ya no intenta obtener para sus aliados diputaciones locales por tierra, como en el pasado para ellos glorioso. Hoy procura, ubicar a sus familiares y seguidores en privilegiados lugares de las listas plurinominales.
Se nota: el fuelle que le acompañó desde el año 2000, cuando la marea azul de Vicente Fox lo llevó al Congreso de la Unión, ya no existe.
Nada mal: le duró 24 años al cabecismo la buenaventura política en la comarca tamaulipeca.
Después de la elección del domingo 2 de junio, el PAN será el partido que mayores y más profundos cambios estructurales vivirá en su tejido de liderazgos. MORENA, seguirá en ese sentido, inamovible: su dirigente real los seguirá siendo el gobernador. Y en el emergente Movimiento Ciudadano, por largo tiempo seguirá siendo un satélite de Dante Delgado una personalidad que inhibe toda nueva expresión política regional.
El morenismo tendrá una peculiaridad: Adrián Oseguera Kernion. De llegar al Congreso de la Unión, estará a un paso de entrar al círculo de las grandes decisiones del país. Si es capaz de moverse con atingencia y habilidad, pude sumarse a la Nomenklatura guinda y desde ahí, pelear con mejores posibilidades por cargos más elevados en la entidad o en la nación.
AOK, ya superó el escaño que significó la política, de rompe y rasga de la región; ya brincó la disputa en donde se apuesta la vida y no se respeta al que gana; ya está, en un sitio donde se juega con mayores rudezas, pero con más tersos reglamentos.
Nader, al igual que Oseguera, ya pasó las peores pruebas.
Y las resolvió con templanza.
Cruzar el pantano cebecista sin mancharse, fue su más emblemática victoria.
Desde el Congreso de la Unión, el tampiqueño crecerá lo suficiente como para igualar o superar la autoridad de su correligionario Cabeza de Vaca aquí y allá. Desde la CDMX, y sus nuevas alianzas, le será menos molesta, la ruptura que se avecina con los Azcárraga cuya visión del poder es servirse y no servir.
Justo esa, ha sido la impronta de esa estirpe: no servir.
Verástegui, se la merecía. Más de 600 mil votos, obtenidos en la contienda por la gubernatura, son muchos como para desdeñarlos. Será diputado federal. Es otro de los afortunados de la lotería del 2 de junio.
¿Cuándo saldremos triunfadores los tamaulipecos?



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