Cd. Victoria, Tamaulipas.- No se dejaba ver desde el 24 de junio en que estuvo por el sur informando a sus seguidores sobre “el avance de la impugnación”, que dijo le sería favorable en el tribunal estatal.

Este lunes, 45 días después, luego de perder ante en los jueces locales, “El Truko” Verástegui hizo compañía a “Don Cachorro” Cantú para decir que volverán a apelar, ahora ante tribunales federales. En el fondo acaricia la inquietud de ser candidato a senador, lo cual es legítimo y pudiera ser la mejor carta celeste ¿otra vez en alianza?.

Difícil que el tricolor Edgardo Melhem Salinas –o quien esté al frente- vuelva a aceptar las condiciones de sumisión ante el panismo opositor sistemático a la 4T. Como dice el dicho: Más vale solos que mal acompañados.

Melhem sabe de lealtades al PRI, no quería la alianza pero se la impusieron desde el centro. No le quedó más remedio que colaborar y, al final de la aventura, decir con autoridad que les advirtió de la derrota.

Si alguien de las cabezas partidistas sudó la camiseta fue Edgardo y, si alguien sabe que las impugnaciones no conducen a nada, es él. Nadie puede culpar de la derrota a los priístas. Pero bueno, ese es otro cantar.

Regresando con Truko, tienen razón las voces que aseguran que ya nada quiere sobre la lucha por el gobierno. Está dispuesto a darle la vuelta a la página y colocarse en lo que sigue. Su error fue la cercanía del cabecismo y hasta permitir que la figura más repudiada de la clase política, Francisco Javier, se pusiera al frente de su campaña. Está seguro que la elección está perdida.

El 23 de junio había comenzado en esta capital una gira de “agradecimiento e información” presuntamente a los 43 municipios. Alguien lo paró ¿amigo o enemigo?. No avanzó más que Altamira y Madero.

Lo anterior nos recuerda el “agradecimiento” que el 26 de junio del 2016 inició el “difuntito” Baltazar Hinojosa Ochoa, afirmando que estaría en las cabeceras municipales. No tocó más que la capital. Lo pararon y no se volvió a saber de él.

Baltazar no fue candidato a senador en el 2018. Su padrino lo nombró secretario de Agricultura en los últimos meses del gobierno peñista. Luego se refugió en sus ranchos.

Pareciera réplica de lo que hoy se da en el PAN, un futurismo sin futuro. Otros quieren la candidatura (varoncito; mujer la otra fórmula) y habrá borlote.

Igual que este lunes, el 16 de junio se presentó ante los reporteros al lado de “Don Cachorro” Cantú y Marco Antonio Baños, para decir que iban por el triunfo en tribunales con el “premio mayor”: La anulación de los comicios.

Después del cinco de junio, es el primer convencido que la derrota está escrita. Queda hacer ruido mediático para lo que sigue, la senaduría o el sexto distrito (ya fue diputado federal) ahora en manos de su hermano Vicente.

En el curso de la campaña, y desde antes, nunca se quiso deslindar del primer generador de rencor social en Tamaulipas, Francisco Javier. Fiel hasta el final ¿lo seguirá siendo?.

Los desencuentros que vienen en 2024 no serán fáciles. Ismael quiere la reelección, ir por los 12 añitos seguidos en la nómina del Senado. Otro que está en la lista de espera es Jesús Nader, alcalde de Tampico, y ni se diga de Enrique Rivas Cuéllar, ex de Nuevo Laredo.

Esté donde esté (en el país o fuera de él), Francisco va a seguir mangoneando el partido ¿a quién imponer como dirigente?, lo que le dará “mano” para generar dedazos rumbo a senadurías, escaños federales, locales, alcaldes y hasta planillas de regidores. Cierto que Verástegui es la mejor carta, pero lo primero que tiene que hacer es convencer a su ex jefe que es el indicado.

Una cosa son las candidaturas y otra los triunfos. Por los sondeos de empresas encuestadoras, es casi seguro que en 2024 Morena se lleve el carro completo. Tamaulipas se acabará de pintar de guinda.

Este mismo lunes la empresa México Elige publica investigación que arroja que la aprobación de López Obrador en Tamaulipas es del 67.6 por ciento, lo cual es factor para darle al guinda un triunfo arrollador.

La misma empresa difunde que si hoy fueran las elecciones para Presidente de México, el morenismo ganaría con el 50.6 por ciento de los votos, contra 19.8 del PAN y 8.7 del PRI. El PRD es un fétido cadáver.

Por cierto, México Elige, que arrastra una buena cartelera de pronósticos acertados, publica que el alcalde victorense, Eduardo “Lalo” Gattás, ocupa el primer lugar en aprobación de los 32 alcaldes de municipios capital, con el 61.3 por ciento de opiniones favorables, seguido del edil de Culiacán, Sinaloa.

Hay razón, Gattás suda la camiseta como lo demuestran las obras de su gestión, entre ellas repavimentación del primer cuadro y, sobre todo, el proyecto segunda línea del acueducto que resolverá por largos años el problema de abasto de agua a Victoria.

En junio, pese  a los embates del Gobierno del Estado en su contra, Eduardo alcanzó el lugar 13 en calificación de la misma empresa, y  más antes, en marzo, el 14. Hacia noviembre del 2021 le daban el espacio 17 del ranking. Va progresando. Como él dice, “trabajo mata grilla”.

Y en lunes también, diputados federales y locales de Morena, encabezados por el delegado Ernesto Palacios y el abogado Eduardo Govea, se reunieron con la prensa para denunciar maniobras y trastupijes de Francisco Javier para seguir conservando el poder.

No sabe perder y enturbia un proceso de transición ordenado y en tiempo y forma, dijeron. Sigue maniobrando contra los ganadores del proceso electoral.